Una de nuestras misiones es visitar tantos gimnasios de escalada y zonas de escalada como sea posible. Hemos visitado rocódromos y zonas de escalada a lo largo de todo el territorio nacional, Europa, África y Asia.

Y, ¿Qué tiene en común la escalada allí donde vas?

Es una forma natural de crear comunidad.  La mayoría de las personas suben con un compañero o un grupo de amigos, generalmente descansas entre escaladas y, a diferencia de muchas actividades, se puede aprender mucho observando a otros escaladores.

Una de las visitas más educativas fue una jornada que pasamos en un pequeño pero completísimo rocódromo de Eslovenia. Disfrutamos experimentando el ambiente de la comunidad. Dentro del gimnasio, cerca de la entrada y frente a la zona de boulder, había una gran mesa de madera con bancos a ambos lados, una conexión wifi, y varias personas sentadas usando sus ordenadores. Era un sitio privilegiado para descansar, mirar, hacer los deberes y hablar con amigos.

Un escalador comentó cómo se había organizado un par de días a la semana para hacer su trabajo allí, y cuando necesitaba descanso hacía una serie de bloques. Observamos que otras personas pasan 45 minutos sentados a la mesa hablando.

Conocimos a otro joven que no escalaba mucho y comentaba: <<Escalo de vez en cuando, pero a menudo quedo con mis amigos en la sala xxxxxxx, o vengo incluso sin haber quedado, a ver a quien me encuentro>>

Otros gimnasios que hemos visitado tenían otros espacios donde crear comunidad como  mesas de ping pong o un espacio de tipo cooperativo.

Los gimnasios que se centran en crear comunidad y un buen lugar para pasar el rato están destinados a estar ocupados. ¡El tiempo, energia y el dinero que se gasta (invierte) en ello bien vale la pena!