Desde hace un tiempo en adelante ha aumentado considerablemente la inquietud por la correcta gestión de las Áreas Verticales e Instalaciones Deportivas en la Naturaleza (AVAD y IDN). Son numerosas las consultas de propietarios de terrenos, clubes de montaña o Ayuntamientos respecto a responsabilidades, mantenimiento o sobre la actualización respecto a la nueva normativa UNE 16869:2018 sobre Diseño y Construcción de Vías Ferrata.

Dentro de los diferentes tipos de Instalación para la práctica de deportes verticales: vías de escalada, barrancos y vías ferrata, la prioridad se centra en estas últimas debido a que:

  • Son un atractivo recurso turístico para los Ayuntamientos, son garantía para atraer visitantes a su zona y una opción para el desarrollo económico de los entornos rurales. Por ello está creciendo rápidamente el número de estas instalaciones y proyectos realizados por empresas especialistas (o no) con presupuestos de instalación comprendidos entre los 20.000 y los 200.000 euros.
  • Las Vías Ferratas son instaladas con una gran cantidad de material de seguridad en entornos naturales sensibles y variables, algunas veces protegidos por regulaciones medioambientales, pero siempre sobre rocas de mayor o menor firmeza que se deteriorarán con el tiempo y reaccionarán a la erosión y a los agentes meteorológicos.
  • Son instalaciones deportivas destinadas a una actividad física con alto riesgo implícito incontrolable, es montaña, y se destina a un perfil de usuario generalista con unos conocimientos limitados o nulos de gestión de imprevistos y habitualmente con niveles físicos bastante justos para la actividad.
  • El perfil de usuario queda muy expuesto a un nivel de riesgo muy alto y generalmente subestimado. Son instalaciones que permiten su uso «normal» con unos conocimientos técnicos mínimos y un nivel físico bajo pero que, ante cualquier imprevisto, la exigencia de maniobras y capacidad de resolución de problemas en la vertical, puede pasar a ser mucho más alta. Es decir, pasa a ser necesario un nivel físico y unos conocimientos mucho mas elevados de los inicialmente previstos.

A continuación presentamos las claves para tener buenas instalaciones de Vía Ferrata, seguras y sostenibles en el tiempo:

1.- Seguir las bases de la Normativa UNE EN. Ya tenemos una referencia en la que basarnos para aplicar unos criterios mínimos de seguridad y de calidad tanto en la planificación como en la instalación. En esta Norma encontraremos referencias a aspectos bastante lógicos y otros elementos algo sorprendentes en primera instancia pero perfectamente compresibles con un poco de reflexión:

  • Diseño y fabricación.
  • Los requisitos de construcción de elementos de seguridad y de progresión.
  • Los ensayos y procedimientos necesarios para verificar la fiabilidad de la instalación.
  • El marcado, públicamente visible, donde se registran las características de la VF con información del promotor, gestor e instalador, fechas de mantenimiento e inspecciones preconizadas y realizadas entre otras.
  • Requisitos de control y mantenimeinto.
  • Requisitos de impacto ambiental.
  • Usuario objetivo.
  • Estabilidad estructural.
  • Influencias sobre vías de escalada.

2.- Promotor, Gestor, Instalador y Mantenedor. Figuras implicadas en el proceso de nacimiento y conservación de una VF, con funciones e intereses diferentes para un mismo resultado final: una Vía Ferrata sostenible y segura. Una de las claves para una instalación sana será identificar y enmarcar claramente cada una de estas figuras de un modo formal y con unas atribuciones de responsabilidades bien definidas. Otro elemento importante relacionado será la separación de funciones para garantizar la independencia y evitar conflictos de intereses en cada etapa.

3.- Sobre la Instalación, el Ingeniero y el Proyecto. Será interesante contar con un proyecto de ingeniería donde se realice el estudio geológico del soporte y donde se planifique, por parte de un ingeniero, los elementos de progresión y seguridad a instalar dentro de las garantías de seguridad necesarias.

4.- Planificación del mantenimiento. Elemento muy importante a tener en cuenta al proyectar y presupuestar una Vía Ferrata, y es que hay VF que necesitan de varios miles de euros anuales en mantenimiento, inspecciones y ensayos, principalmente debido al deterioro por su uso normal, o por cuestiones de entorno y condiciones agresivas, como las Vf de Sorrosal, que cada temporada se deteriora por las crecidas del barranco donde está instalada, o la VF de Cala Molí que necesita mucho mantenimeinto por su uso intensivo y el entorno marino.

5.- Información a los usuarios. Es interesante aportar el mínimo de información posible pero toda la necesaria, de un modo comprensible para todos los usuarios previstos para la Vía Ferrata. ¿Serán jóvenes o adultos? ¿Serán nacionales o extranjeros? ¿Montañeros expertos o noveles en la actividad? Es importante que la información esté allí donde sea necesaria. Los puntos mas importantes a presentar serán: las indicaciones de uso, los riesgos existentes y los materiales mínimos para la progresión y la dificultad del recorrido. Será importante también un marcado del acceso y retorno de la VF que no se preste a confusión, del mismo modo que los pasos alternativos y los escapes.

6.- Filtro de visitantes y control de accesos. Es una tendencia en la montaña para minimizar, controlar o concentrar el impacto medioambiental por masificación, pero también sirve para garantizar la notificación de riesgos y el acceso a las informaciones de uso y seguridad. Siendo la Vía Ferrata una instalación con innumerables elementos de seguridad y progresión para facilitar su uso por cualquier tipo de público, no exclusivamente montañeros expertos, sería lo mas lógico pretender garantizar y controlar que los usuarios tienen los materiales y conocimientos necesarios para el uso de la VF, y que son conocedores de los riesgos existentes.

7.- La licitación de la obra, de la explotación y del mantenimiento. Actualmente ya existen algunos ejemplos en nuestro país en los que se ha sacado a licitación la redacción del proyecto y construcción de la Vía Ferrata, la explotación de la misma o la asistencia técnica/mantenimiento.

Estos son algunos ejemplos:

Contrato de obras VF Duruelo de la Sierra
Contrato de concesión de servicios VF Ventano del Diablo
Contrato menor Asistencia Técnica VF Parque de Urbión

La Normativa UNE no es de obligatorio cumplimiento (a no ser que lo exija una norma de derecho público), pero es una buena referencia de mínimos. Sería inviable actualizar las viejas Vías Ferratas a los requisitos de la norma, pero sí sería muy recomendable que los promotores se autoexigieran la máxima diligencia posible en relación con esta construcción:  hacer todo lo posible y lo mejor posible para aproximarse a dicha Normativa a través de un riguroso Plan de Mantenimiento/Reforma de la VF.

No por ello los hierros de las antiguas Vías Ferrata dejan de ser «seguros», aunque insistimos en que todas ellas deberían de ser revisadas y actualizadas al máximo estándar de seguridad posible que permita la obra ya realizada sobre aspectos de: información al usuario, control de accesos y retornos, dificultades…) . Muchos de sus elementos mantendrán un alto nivel de resistencia verificable con ensayos, pero para darles el máximo nivel de garantía y pasarlas por el filtro de la nueva norma UNE-EN 16869:2018 habría, en algunos casos, que desinstalarlas y construirlas de nuevo.





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